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El comienzo
A principios de 1970 en la Ciudad de México, Don Valente González iniciaba con el sueño de crear el mejor dulce, y tras varios meses de trabajo consiguió la fórmula perfecta.
El Angelito
Para iniciar la distribución del dulce, Don Valente necesitaba de un logotipo que sirviera para identificar el producto. Después de un tiempo pensando, un día conviviendo con sus amigos, se encontró con una imagen simulando a un angelito, lo cual fue la idea principal para plasmarlo al papel.
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